Nuestra Villa
Nuestra villa

En la edad media tuvo dos castillos. Uno de ellos perdura todavía, es de planta cuadrada, con cuatro torres, almenas y aspilleras. Tiene dos iglesias: Santa María y San Martín y ruinas del castillo de Dª Berenguela, así como un Museo Etnográfico.

Dentro de la comarca que comprende a los pueblos del valle del Cuco, si bien también es el Duero el que surca su territorio, se encuentra a 61 kilómetros de Valladolid.Monolito

Es una localidad que ofrece muchas posibilidades. Para empezar, el Castillo-Fortaleza de Doña Berenguela, que se sitúa en lo alto de un roquedo. Tiene libre acceso andando desde Curiel, y su planta se amolda a la fisonomía que el cerrodespliega. Se conserva parte de la torre del homenaje, así como las paredes que rodean el recinto, pero quizás, lo mejor de esta ascensión, no esté en la configuración arquitectónica, sino en las vistas que desde allí se obtienen. Lo primero que vemos bajo nuestros pies, es el pueblo de Curiel describiendo una forma de media luna que desde abajo no se aprecia, y que desde arriba se observa cómo el pueblo se ha amoldado a la forma del cerro. Después, si levantamos la vista, tendremos una bella panorámica del Valle del Duero, así como de la localidad de Peñafiel, con su castillo a la cabeza. Cuenta una leyenda que había un gigante que ponía un pie en el castillo de Curiel y otro en el de Peñafiel y bebía agua del Duero.

Volvemos a bajar al pueblo, y en la plaza, donde se ubica el Ayuntamiento, se encuentra el Palacio de los Zuñiga, construcción del siglo XV de la cual sólo se conserva, la muralla y la torre del homenaje.

Frente al palacio, otro edificio importante, la Iglesia de Santa María, levantada en el siglo XII su parte exterior, y entre el XV y XVI la interior, todo ello en estilo gótico-mudéjar. Se visita en el horario de la Oficina de Turismo durante los meses de verano, y durante el resto del año contactando con el Ayuntamiento. En su interior se conservan dos grandes arcadas mudéjares, un bello artesonado mudéjar policromado, así como un retablo mayor del XVI. Presenta bóveda de crucería, y una hermosa fachada porticada.

En otro lado del pueblo por donde hemos entrado, está la otra iglesia del pueblo, la de San Martín. Es del siglo XII, construcción románica, hoy propiedad particular.

Para terminar, existen dos elementos arquitectónicos que merecen mención, como son el Rollo Jurisdiccional a la entrada del pueblo, del siglo XVI y la Puerta de la Magdalena, única que se conserva de la antigua muralla del siglo XII, también a la entrada del pueblo a la izquierda.

Dejando a un lado los monumentos, pero sin perder de vista el arte, existen en el municipio dos museos que pretenden rememorar tiempos pasados. Así el primero de ellos es el Museo Etnográfico, junto a la Iglesia de San Martín, en el que se muestran aperos de labranza y de elaboración de ciertos alimentos como el queso y el vino. La entrada es gratuita, y su horario depende de la época del año, ya que en verano funciona según el horario de la Oficina de Turismo y en invierno es preciso concertar cita en el Ayuntamiento.

El otro museo, es el denominado "Escuela del Ayer", en el que se escenifica una escuela de principios de siglo a través de diversos Antigua Iglesia convertida en Bodegaútiles, como pupitres, libros o diversos mapas. El horario de visita es el mismo que el anterior.

Las fiestas no deben pasar por alto, puesto que ofrecen variedad tanto en el tipo de ambiente, como en la fecha de celebración. Las primeras son el primer fin de semana de mayo en honor de La Cruz de Mayo, donde a los actos religiosos hay que unir la peculiar procesión de la Santa Cruz en la que ésta es adornada con dulces y frutas. Además un vino español y el baile típico de Curiel, llamado "Mudanzas de Curiel".

Seguidamente, en el mismo mes, San Isidro, el 15 de mayo, organizada por la Cámara Agraria y ofreciendo una merienda al pueblo. En las mismas fechas, tiene lugar la Semana Cultural del Valle del Cuco, que tiene por costumbre ser celebrada un día en cada pueblo, excepto el fin de semana que le corresponde una vez cada cinco años, a cada uno de los pueblos integrantes.

Con la llegada del mes agosto, en su primer fin de semana, se celebre la denominada Fiesta del Verano, con las típicas verbenas y los diversos juegos, mientras que a finales de septiembre o principios de octubre, se desarrolla la Fiesta de la Vendimia, donde se lleva a cabo el pisado de la uva acompañando el acto con dulzainas.